Publicidad sexista II: el hombre como el oso ¿fuerte y musculoso?

¡Hola!

Tras el excesivo letargo de este blog traducto¿lógico?, por fin, llega la crítica constructiva/destructiva  a la publicidad sexista desde el punto de vista de los estereotipos masculinos. Esta entrada es la segunda parte de:

https://devadiprivero.com/2012/12/18/publicidad-sexista-i-de-verdad-vale-mas-una-imagen-que-1000-palabras/

En ella se trataban los estereotipos publicitarios de:

– Mujer ama de casa. Cocina, lava y cuida a sus hijos (entre otras labores que se le suponen). Publicidad antes del año 2000.

– Mujer ama de casa. Cocina, lava y cuida a sus hijos (entre otras labores que se le suponen). Publicidad tras el año 2000.

– Mujer objeto. Cuerpo que atrae a los hombres. Su belleza está pensada para el hombre.

La sociedad no solo machaca hasta la saciedad – efectivamente, sociedad, saciedad y suciedad a veces no solo crean aliteración, sino que la redundancia viene dada por su parecido en ciertos ámbitos – los estereotipos relacionados con la mujer sino que también se utiliza al hombre para vender productos. Vayan preparándose…

¡Esto empieza ya!

SEPARACIÓN DE IMÁGENES POR SECCIONES ESTEREOTIPADAS:

TIPO DE ESTEREOTIPO:

Masculinidad.  El cuerpo del hombre musculoso vende productos.

Anuncio Dolce-Gabbana hombres músculos con mujer

Ausencia de palabras. Simplemente se nutren de la imagen del hombre fuerte y musculoso como dominador de la mujer. ¿Se extrañarán luego de la violencia del hombre sobre la mujer?

Otro detalle. ¿Para qué lleva gafas de sol? ¿Será porque la belleza de la chica lo encandila? Las gafas de sol también suelen tenerse como símbolo de «hombretón». Estereotipo simplón, pero ahí está pululando por algunas mentes de la sociedad.

Cepíllatelo - Hombre musculoso

Por si creían que me inventaba lo de las gafas de sol, otro ejemplo. Al menos, en este anuncio sí utilizan palabras. ¡Todo un logro! Es más, cabe reconocer que el juego de palabras está bien (y la tilde en la «i», aunque sea mayúscula me ha casi convencido por ser otro logro) lo que no quita el machismo abusivo de la imagen. Por seguir analizando… ¿casualidad que la chica sea rubia y tenga lo que la sociedad estima como “buen cuerpo”?

En este anuncio, se observa con claridad la idea de que el hombre debe ser musculoso para gustar. «La calle de los chicos malos», chicos, que dejan a la mujer en la cama sin que ella se entere y salen a la calle a ser eso, “malos”. Parece que es esto lo que nos cuenta la marca al haber realizado este tipo de publicidad. Hasta el bote del perfume tiene forma de cuerpo musculoso. ¿Se puede ser más evidente? Difícil…

Cierro esta sección y dejo un pensamiento: ¿Se destacará en algún anuncio publicitario la inteligencia? Creo que no me vale que Punset aparezca vendiendo pan de molde…

 

Los estereotipos de la sociedad no solo miden la supuesta masculinidad por el tamaño de los músculos, sino también por separar qué actividades o labores son propias de las féminas o cuáles más comunes en hombres. De ahí, el pensamiento de los que hicieron los siguientes spots:

Masculinidad. Actividades exclusivas para hombres. Anuncios que no contemplan la posibilidad de que la mujer también desempeñe dichas actividades.

Distintas actividades se le “suponen” al sexo masculino: conducir, ver deporte (fútbol, sobre todo), consumir bebidas alcohólicas, fumar, bricolaje, etc. Estos prototipos mentales de la sociedad no se quedan ahí, en los cerebros generalizadores y sin visión periférica, sino que se plasman en la publicidad. Los publicistas saben qué nervio o «fibra sensible» tocar para que los borregos, corderitos u ovejas sigan con el rebaño. Por eso, aparecen spots como los que se observan a continuación:

– Bebidas alcohólicas y tabaco: 


Hombre tabaco cigarros

Otra de las creencias, sobre todo, de antiguas generaciones se sustenta en que los “vicios” son para hombres. Existe el estereotipo de que los varones son los que fuman o toman alcohol. Como pueden ver, la primera en la frente. Lamentablemente, desconozco la fecha de publicación. Parece de los años 70, quizás. Su eslogan es tan evidente que casi el hecho de analizar el anuncio se convierte en superfluo. Aun así, a primera vista se observa el eslogan que vendría a decir algo como: “Sóplale (échale el humo) en la cara y te seguirá a cualquier parte/allá donde vayas”. Es decir, fumar es tan varonil y tan de machote/hombretón que ella quedará embelesada y caerá rendida a tus pies. Por si no había quedado claro, el publicista se encargó de repetir el eslogan en el texto de descripción del producto. Si leen la letra pequeña, verán esto: “Un puff (onomatopeya del soplo o “echada del humo/aroma”) hacia ella y te seguirá a cualquier lado”.

En resumen, quiero pensar que actualmente la imagen de que el fumador es debería ser exclusivamente el hombre, y que además esto es síntoma de masculinidad, está totalmente obsoleta. Sin embargo, hace unas décadas sí se tenía esta concepción con lo que en los anuncios solamente se veía fumar al sexo masculino. Como apunte final, ¿le echas el humo – por muy aromático que sea – a alguien en la cara y te sigue a cualquier lugar? Sí, será para darte una leche/hostia/bofetada/cachetada…

Sin duda, la asociación bebida alcohólica = hombre es ya ancestral. Al contrario de lo que sucede con el tabaco, el alcohol puede seguir anunciándose en todos los medios, al menos, en España. Existe otra diferencia en relación con el tabaco: beber alcohol (en “su medida” no está mal considerado por el grueso de la sociedad). Fumar empezó como demostración de ser guay, pero ahora está mal visto por gran parte de las personas. En consecuencia, la publicidad de las bebidas alcohólicas se convierte, precisamente, en una de las más importantes de entre los distintos productos vendibles. 

En el vídeo se demuestra como una gran marca de cervezas no se rasga las vestiduras a la hora de explotar la imagen hombre bebedor = guay. Mientras la mujer duerme, el chico disfruta de buena música y, por supuesto, de una cerveza. Quiere echar un trago, pero su novia/mujer le estorba. Al menos, vela porque siga durmiendo y tiene la genial idea – muy poco machista – de que se moverá ¡para abrazarle! si le dice te quiero. Es decir, cúmulo de despropósitos en el que, además, se utiliza a personas jóvenes alentándolas a que tengan estos pensamientos desde esas edades.

¡Qué bueno ha sido que no ha querido despertarla!

Hombre cuanto más musculoso más hermoso - It's not for women

La aberración en la publicidad sexista parece no tener límites. A veces, ni siquiera hace falta tener el “motivo”/la excusa de que se trate de bebida con alcohol. Como se ve en la foto, sin excusa aparente simplemente se aduce que la bebida no es para mujeres. Sin más. ¿Quieren decir que ser hombre es mejor o superior? Quizá, solo se lo parezca a mi retorcida mente…

Hombre cuanto más musculoso más hermoso - Las mujeres son así por nuestra culpa

También es triste que para un anuncio que utiliza más de cinco o seis palabras escritas, las use mal. La fea costumbre del signo de exclamación duplicado a modo de «así chillo más». ¡En español se coloca el signo también al inicio de la oración que se exclama! Claro que con el mensaje que transmite esta bebida, el hecho de que se “olviden” de las reglas ortográficas y ortotipográficas es una minucia. ¿De verdad no le importa a la marca dar esa imagen “solo” por una campaña publicitaria?

 Así que las mujeres deben tenerlo claro que beber/tomar alcohol es cosa de hombres (para ellas está el agua que ayuda al tránsito intestinal y a mantener la figura). Ya se decía incluso en las épocas del blanco y negro: 

– Bricolaje y distinción de labores del hogar. Ella cocina, plancha o se asegura de que el hijo se alimente. Él es el encargado de colocar cuadros y arreglar electrodomésticos. La familia sexista. 

El hogar es otro caballo de batalla ya antiguo de la publicidad. Se trata de uno de los sectores en el que más se abusa de la publicidad sexista. Sus spots suelen estar marcados por los estereotipos que explica el título de este epígrafe. Mientras las chicas deben dedicarse a las labores del hogar, el hombre lo único que hará en casa será tomar una cerveza y, si acaso, arreglar algún desperfecto.

En el anuncio anterior da tiempo para contemplar distintos estereotipos. La mujer está poniendo la lavadora. El chico no solo no la pone él mismo, sino que no ayuda. Ella no soporta la desidia del hombre y lo mete en la lavadora a empujones. Lo que «siempre ha soñado» aparece al terminar el lavado. Gracias al producto de lavandería, su aburrido y feúcho novio se ha convertido en un chico musculoso. 

El bricolaje y los arreglos en el hogar. Los varones son los encargados de colocar un cuadro o de arreglar esa pata de la silla que se tambalea. El anuncio «ni corto ni perezoso» expone a una mujer que no acierta a taladrar correctamente la pared. En un posible anuncio para este tipo de empresas podría verse a toda la familia unida sin distinciones, incluso familias que tengan a dos padres o a dos madres. ¿Tendría el mismo impacto? Posiblemente no, porque este del taladro hará reír al que lo ve. Lo que es peor, incluso habrá muchas mujeres que se reirán y dirán que ellas no saben colgar un cuadro. Vale, es posible, pero ¿y qué? ¿Cuántas cosas no sabrá hacer un hombre? O al revés…

Pero el reclamo elegido ha sido en el que la compañía de seguros aboga por que se contraten sus servicios de forma que todo esté asegurado, aunque caiga en manos de la torpe mujer. Es más, ya lo dice su «comedido» eslogan: “Porque tu mujer también utiliza el coche”. La supuesta mala conducción de las féminas siempre ha sido motivo de reclamo publicitario tal y como se puede observar en los siguientes spots

El hombre se sorprende porque la chica ha podido aparcarlo enseguida. Se explica luego el porqué. Se trata del servicio de asistencia en carretera. Es una experta. Nuevamente, la mujer lleva gafas de sol. Parece curioso vincular su uso a ser un hombretón o una gran mujer. A ser guay, vaya.

En este otro caso, cabe destacar que se cree un modelo de coche exclusivo para la mujer. ¿Existe algún modelo exclusivo para los hombres? Esto denota la exclusión del sexo femenino en asuntos de conducción. Se tiene el pensamiento de que ellas conducen coches pequeños porque son malas conductoras. Los coches grandes suelen exhibir publicidad destinada a los hombres. Los pequeños y de colorines son para ellas.

Y el coche diseñado para mujeres ¿conlleva homosexualidad? ¿Por qué una escena de dos mujeres en la cama? Es difícil acertar a la hora de elegir, estoy seguro de ello, pero anuncios curiosos en los que no se sabe si han intentado evitar estereotipos o no. Estoy perdido…

El deporte es para ellos. Sus anuncios también.

Esta cadena de televisión no «se corta» y dice que así es como se debe explicar el fútbol a las mujeres. 

 Hombre fuerte y musculoso - Football explained to women

Hombre fuerte y musculoso - Football explained to women - bolso balón

Este estereotipo es uno de los más anquilosados y arcaicos. ¿Todavía no se han enterado del número de licencias federativas para futbolistas femeninas? ¿No van a los bares cuando hay partido de fútbol para comprobar como ellas también beben y viven el fútbol (u otro deporte) como las que más? Sexismo pasado de moda…

Ya “bien educaditos” desde niños… Dicotomía rosa-azul. Dicotomía muñecas-balones de fútbol

¿Por qué todas las niñas tienen que comprar cosas rosas? Una niña se lo pregunta – esté trucado el vídeo o no, tiene mucha razón. La respuesta: Porque la sociedad así “lo impone”. Este trucado o no, todos deberíamos seguir el pensamiento que expone la niña en el siguiente enlace:

http://www.lavozdigital.es/videos/ocio/sociedad/2019131365001-nina-queja-todos-juguetes-sean-rosa.html

PUBLICIDAD QUE HA TRATADO DE EVITAR ESTEREOTIPOS:

PuntoMatic Una vez un hombre puso la lavadora y no murió

¿Qué hace el traductor con la publicidad?

En cuanto a cómo tratar la publicidad si eres traductor, hay que tener en cuenta que no se puede intentar cambiar el sentido del texto original porque te parezca abusivo. Si crees que la publicidad es sexista, pues debe quedar plasmado en la traducción. Obviamente, no se puede cambiar el sentido de un texto original porque no estés de acuerdo con lo que se dice. Habrá suerte si la marca cree que el spot en tu lengua materna no puede expresar estereotipos de la calaña de los ejemplos que he expuesto en las entradas de la publicidad sexista. Si se han utilizado juegos de palabras o chistes, hay que plasmar, al menos su esencia. Es decir, se debe traducir el anuncio de forma que se consiga el mismo efecto – o muy parecido – al que tiene en su origen.

Cierro la entrada con un guiño a las que piensan lo que dice el próximo anuncio. Los publicistas del sexo masculino reciben su propia medicina aplicada durante años (y los que lamentablemente quedan todavía por delante). He aquí uno de los estereotipos en contra del hombre más extendidos:

¿La publicidad es sexista o exagero? ¿Conocen algún otro anuncio que les haya impactado? ¡Compártanlo!

Gracias por la atención.

Navidad: ¿felices fiestas o convención social?

«En estas fechas tan señaladas»

«Ahora que estamos todos reunidos»

«Me llena de orgullo y satisfacción»

«Lo que no una la Navidad no lo hace nadie»

«No me hagas la pascua»

«Vuelve a casa, vuelve, por Navidad»

«Que bien nos lo vamos a pasar»

«¿Has sido bueno?»

«Ya vienen Los Reyes»

Y así, unas cuantas frases más que la cultura española utiliza cuando se acercan estos días de paz y felicidad… ¿Paz y felicidad? Vamos a analizar la Navidad y sus fechas cercanas para comprobar en qué consiste.

NOTA: Me voy a referir a la Navidad en España, pues es la única que conozco relativamente bien. Por tanto, si se es más objetivo que lo que voy a ser en esta entrada, se puede aprovechar, lo que describiré, en clases de enseñanza de español para extranjeros (ELE) para acercar la Navidad a los alumnos.

Sentados y cómodos, que esto empieza ya. 🙂

El circo comienza a finales del verano… Cuando este está acabando, una de las primeras oraciones que pronunciamos es: «Ya estamos a mitad de septiembre, dentro de poco, sin darnos cuenta ya estamos en Navidad y se acaba el año». Los contrarios a este sentimiento de queja de que el año es corto y que no se ha salido de una fecha para meterte en otra suelen decir algo parecido a «Ay, no digas eso. Yo tengo ganas ya de que llegue el frío, sacar los abrigos y de que llegue la Navidad. Regalitos».

Pero estaremos todos de acuerdo con que la Navidad o las fechas señaladas empiezan realmente a mediados de octubre. Sí, ese momento que están pensando todos… Cuando El Corte Inglés instala las luces de Navidad en sus fachadas. En cuanto El Corte Inglés enciende esas luces, el periodo navideño queda oficialmente inaugurado. Esta acción junto con la puesta en venta de turrones y el resto de productos alimenticios navideños nos dicen: ¡toca comprar! Y con esa inauguración comienzan a sucederse una serie de acontecimientos que, en mi opinión, son fruto de convenciones sociales. Normas no escritas que la sociedad sigue. En este sentido, la frase que cabe aquí es la tan sonada: «Lo que no una la Navidad no lo une nadie».

(Dicho lo anterior, a riesgo de ganarme la enemistad de muchos, voy a tratar a continuación algunos de los estereotipos, tópicos y derivados que nos suelen dejar cada año esta festividad.)

El resto de octubre sirve para aclimatarse al frío que empieza a entrar en España siempre por el norte. El frío también suele indicar que la Navidad está cerca. Y para poco más sirve el mes de octubre. Quizás, algunos aprovechan para empezar a hacer las compras para los regalos de estas fiestas, pero normalmente el «buen español» se espera (lo deja para) a última hora, días 22, 23 y 24 de diciembre y los días 2, 3, 4 y 5 de enero. Los centros comerciales echan humo, no solo por las innumerables luces que cuelgan de cada esquina de sus paredes, sino también porque la muchedumbre corre buscando el regalo BBB (bueno, bonito y barato).

El mes de noviembre tampoco tiene especial importancia en este periodo. Bueno, sí la tiene para otros pocos que empiezan a mencionar el «amigo invisible» o «la cena de empresa»; términos temibles, valga la aliteración. Sin embargo, el mes no influye en las fiestas (para los hogares). Las empresas de mayor potencial y los centros comerciales (los mayores interesados en la existencia de estas fiestas) iluminan y decoran para que se note que la Navidad está presente. Vengan, vengan a mí a comprar. Gasten su dinero ahora, que si compras el mismo producto en mayo, por ejemplo, parece que no sea lo mismo. Pues es lo mismo, ¿no?

Pero lo interesante llega en diciembre.

En los colegios

Todos a decorar. Los niños comienzan a ensayar, cuando la hay, la actuación de Navidad. Los profesores, si se llevan bien y si no se llevan bien todavía más, preparan el amigo invisible.

Término: amigo invisible. Dícese de la realización de un sorteo —cuanto más cutre mejor, es decir, se coge un folio, se escriben los nombres de los profesores (aplíquese también en otro tipo de trabajos) y se pregunta: ¿estamos todos? El que no fue ese día por enfermedad corre el riesgo de quedarse fuera, si cae mal o pasa desapercibido, sobre todo. Luego, se coge un estuche (hará las veces de bombo) en que se introducen los papelitos. El típico gracioso del grupo dice: A ver, la mano inocente… Tú, Juana, que eres muy inocente. Juana se encarga de sacar los papelitos y dárselos a cada uno (si no extrae cada uno su propio papel del estuche)— en el que te toca en suerte un compañero de trabajo (no siempre amigo) para tener que regalarle algo con un tope de dinero que previamente se ha fijado entre todos.

Nota: Si el tope no se ha puesto previamente y se establece tras el reparto de los papelitos, el que quiera poner menos dinero NO es que sea pobre ni tacaño, sino que le ha tocado el compañero que más odia de todo el colegio (u otro lugar de trabajo).

En las oficinas, los despachos, etc. (también para los colegios)

El gran momento es, sin duda, la cena de empresa. La entrega de la cesta de Navidad no está mal, pero la cena de empresa es insuperable.

Término: cesta de Navidad. Dícese de cualquier paquete que te entregan la semana antes de Navidad que contenga: turrones, almendras, trufas, cava, champán y otra clase de productos navideños. Eso sí, la cesta no es cesta si no contiene algún producto que no tenga que ver absolutamente nada con la Navidad y, además, tampoco tenga que ver con el resto de los componentes del paquete. Este producto suele ser un bote de espárragos. A veces, un bote en conserva de otros productos más propios de una ensalada que de una cena de Navidad. Lo importante es que sea el hazmerreír entre tanto turrón, chorizo ibérico y champán. Cesta de Navidad que, por supuesto, la mayor parte de traductores y correctores autónomos ni olemos.

La cena de empresa es el acontecimiento del año para un empleado. La mayor parte de compañeros se juntan en un restaurante (o recinto donde quepan) para que la empresa se haga cargo de todos los gastos de comida y de bebida. Y en este segundo manjar está el problema. La bebida. Es aquí donde ves cómo la bebida puede cambiar a una persona. Paquito, de la mesa de enfrente en la oficina, con el que casi no cruzas más de tres palabras durante todo el año, de repente, gracias a la ingesta de alcohol se convierte en el alma de la fiesta. Hasta el punto de que pase algo como lo que sucede en el siguiente vídeo:

El ridículo extremo se logra en una cena de empresa.

Sin embargo, los días estrella, en los que las convenciones sociales se disparan son el 24 de diciembre (Nochebuena), el 31 de diciembre y su madrugada (fin de año) y el 6 de enero (Los Reyes Magos o día de Reyes).

24 de diciembre (Nochebuena)

Cúmulo de tópicos y estereotipos donde los haya. Se podría ahondar más de lo que voy a hacer, pero para no cansar al lector intentaré resumirlo.

Mañana del 24: Los que trabajen tendrán el brindis de empresa. Es decir, madrugas y vas a trabajar, pero no trabajas (salvo que trabajes en un centro comercial o vendiendo productos que puedan ser objeto de regalo). Los abuelos trabajan mucho más, pues muchos estarán preparando la cena de Nochebuena mientras cuidan a los nietos de estos trabajadores.

Tarde del 24: Si tienes suerte y  tiempo, siesta para poder aguantar la cena con cierto ánimo.

1. Tópico/estereotipo -> Las madres (sean las abuelas o las madres o sus hijas con sus madres, cualquier combinación es posible, mientras sean las mujeres las que están en la cocina —machismo hasta en Navidad, ojalá se erradique de una vez) se encargan de la cena. Norma sexista general establecida -> Ellas preparan el venado, la vena, la carne, el pavo, los langostinos; al caso, la cena de Nochebuena. Ellos abrirán el vino o el champán, duro trabajo y actividad de estrés exacerbado.

El periodo de tarde se cierra con el mensaje del Rey. Los más jóvenes suelen hacer caso omiso, pero la convención social paterna dice que hay que escuchar lo que dice. Y los jóvenes terminan cayendo en la tentación. También se suele criticar que no toque ciertos asuntos. En realidad, no sé qué se espera un español de ese mensaje… ¿Va a solucionar en diez o quince minutos, que dura el mensaje, alguno de los problemas? Simplemente, tiene que estar ahí como manda la costumbre…

2. Tópico/estereotipo -> Vas a acudir a una cena de Nochebuena a la que, por norma general, no tienes ninguna gana de ir. Siempre hay alguno de los comensales a los que no soportas. Este galardón suelen llevárselo los que no pertenecen consanguíneamente a la familia, es decir, los cuñados. Dice la estadística que 1 de cada 2 cuñados es insoportable, hace comentarios fuera de lugar y pone caritas de “quiero irme a casa, porque tu familia me aburre y me cae mal”.

3. Tópico/estereotipo -> En este caso, convención social establecida. Si cenas el 24 en casa de tus padres, el 31 toca cenar en casa de tus suegros. Si no tienes pareja, ¡pues mira, algo que te ahorras! La convención social es concesiva y permite varias combinaciones. Puede utilizarse el día 25 de diciembre para acudir a casa de tus padres. ¡Estereotipo! Generalmente, se cena el 24 en casa de tus suegros (si eres hombre) y ya el 25, si eso, te pasas por casa de tus padres. (Como si no hubiese otros 360 días al año para hacer todo este tipo de eventos y cosas.)

Noche del 24: A medida que avanzan los años, Nochebuena va haciendo más honor a su nombre. Sin embargo, no suele ser la mejor noche del año. Una cena muy buena y copiosa —eso no se lo quita nadie a la cocinera de turno— en la que te topas con algún indeseable (espero que en tu familia no haya indeseables y la cosa se limite a ser una noche de cumplir con convenciones, y ya). La televisión debe estar encendida con algún programa de refritos de los habituales o algún programa de humor o canciones. Ahora bien, terminas de cenar —generalmente porque tu estómago dice basta— y tras una sobremesa (me encantaría estar en la sobremesa de todas las familias a ver qué se comenta. Si te paras a analizar lo que se dice, la Nochebuena puede ser muy divertida) llega ese momento de: ¿Y ahora qué?. Normalmente, los que tienen hijos pequeños tienen la excusa perfecta para irse. Me voy ya es que el niño se está poniendo tonto, Me voy ya que todavía tengo que bañar al niño, Me voy ya que el niño tiene colegio mañana. (Ups, cuidado con esta última: te han pillado, la frase coletilla excusa de siempre, no te vale para estas cenas durante estas fechas…)

Termina la Nochebuena.

Nochevieja y sus tópicos y estereotipos: Las expectativas cada año son mayores. Siempre se piensa que en Nochevieja, día 31 de diciembre y madrugada del día 1 de enero, se va a tener la mejor fiesta del año. Lo vas a pasar “como nunca”. https://www.youtube.com/watch?NR=1&v=abiMfWvxiTs&feature=fvwp

Mañana del 31: (Ver mañana del 24).

Tarde del 31: (Ver tarde del 24) excepto en el caso de las mujeres. ¡Estereotipo! Algunas suelen hacer los últimos arreglos de los trajes que van a vestir durante la noche. Quizás, comprar el maquillaje que les faltaba o ponerle las tapas a los tacones.

Noche del 31: Aparte de lo citado en el apartado Noche del 24, es decir, cena copiosa en aquella casa en la que no cenaste el 24, si vives en pareja, o incluso volver a cenar en casa de los padres de ella, toca el preparatorio previo si vas a ir de fiesta. La cena pasa sin pena ni gloria, porque ya tuviste una cena gemela el 24 (puede que en cuestión de 7 días veas a personas que no ves en el resto de 358 días del año), y estás centrado en no mancharte el traje con el que vas a salir, así como en la fiesta en sí. A las 23:50 aproximadamente, comienza el frenesí. ¡Estereotipo, convenciones sociales y tópicos! Alguien coge el mando a distancia y empieza a ir de una cadena a otra para ver quién da las campanadas en cada una de ellas. Normalmente, la madre, comienza a contar el número de personas (no importa que los últimos 10 años hayan ido a cenar siempre los mismos, hay que asegurar) para en un plato o vaso repartir las 12 uvas. Campanadas. Conatos de atragantamiento, entre tanto, besos y abrazos. Sin saber bien la razón, eres feliz (con suerte el cuñado del 24 no ha venido para la cena del 31). En este momento, aunque sea durante 3-4 segundos te olvidas de todo. ¡Bien! Punto positivo para las «felices fiestas». A partir de las 0:05, empiezas a mandar WhatsApp a todo quisqui o, bueno, quizá con esa persona te lo piensas un poco más no se vaya a creer que le gustas o porque el año pasado no te felicitó; ese tipo de razones.

Nota lingüística: La expresión próspero año XXXX está perdiendo fuerza por culpa de la anglicada Feliz año nuevo. Esta última, aunque perfectamente posible en español, viene claramente por copia del Happy New Year. La prosperidad quedará en el olvido si seguimos así…

6 de enero: Los Reyes Magos

En resumen, regalos. Aunque en Navidad, por mimetización con los EE. UU., ya se reparten presentes, el día 6 de enero suele ser, nunca mejor dicho, el rey de los regalos. Los niños hasta cierta edad —como pasa con Papa Noel— viven engañados creyendo que los Reyes Magos traen regalos, sobre todo si te portas bien. Algunos padres repiten hasta la saciedad lo de: «Pórtate bien, porque si no lo haces los Reyes no te traerán nada». Esta frase la pueden decir un 3 de julio; no tiene lugar, ni hora. Sí, tiene mucho de compensación, de «déjame en paz un rato, hijo» y de soborno. Fundamentalmente, se hace reparto de regalos. En ciertas familias suele haber una casa franca. La «casa franca» es aquella a la que todos acuden (¿cómo no? Suele ser la de los abuelos o los más mayores de la familia) para el reparto de regalos. ¿Convención social?

Cabe mencionar, en relación con los regalos, que en estas fiestas, se desata la solidaridad. Otra de las convenciones sociales, sobre todo para los personajes famosos, es mostrarse solidario. Los famosos se dejan ver en anuncios de las principales ONG. Los capitanes de los equipos de fútbol emiten sus mensajes navideños (muy del estilo del mensaje del Rey, por cierto). 

Sobre la solidaridad y los esfuerzos por combatir la pobreza, cabe destacar que es uno de los puntos positivos de la Navidad. Aunque esto, idílicamente, debería tenerse en cuenta todos los días del año, al menos, la Navidad ayuda a que la gente tome conciencia sobre los demás. Incluso en aquellos casos cuyo único fin —al ser solidarios— es aparentar, vale la pena que estos días festivos nos empujen a pensar en los demás.

Otro de los puntos buenos de las felices fiestas es que el mundo suele tranquilizarse. Exceptuando la noche del 31 en la que tanta bebida afecta demasiado a algunos, en general, se podría decir que estos días no solo sirven para ser solidario, sino también para calmar los ánimos.

Sé que no he nombrado varios acontecimientos que circundan a la Navidad, como el sorteo de la Lotería de Navidad o el Día de Los Inocentes, pero la entrada se hubiese hecho más eterna de lo que ya es.

En definitiva, la Navidad y lo que la rodea está llena de convenciones sociales, ¿no? Las costumbres de la cultura española al respecto son claras y bastante arraigadas. Si bien es cierto, que como todo, también tiene su lado positivo.

Así que consecuentemente:

¡Felices fiestas! ¡Feliz Navidad! Y ¡próspero año 2013! Sea el día que sea que cada uno tenga lo que quiere o, sino, parte de ello. Nos vemos en unos días con La publicidad sexista II.